Muchos son unos niños de Papa y
Mama, que han recibido todo lo que quieren y cuando quieren, sin importar lo
que cueste, de ahí a que estén acostumbrados a darle todo en un plato.
Luego están los niños que luchan por su día a día, con lo justo luchando por un futuro mejor, defendiendo sus derechos sin importar el qué dirán.
El verdadero problema está cuando juntas a estos dos tipos de personas, mientras el que está acostumbrado a luchar sus derechos se calla la boca para no meterse en ningún lío, se va hinchando como un globo, cansado de la tontería del niño mimado, pero esto no dura mucho, ya que como cualquier globo, llega un punto que deja de hincharse y explota…
El día en que el chico que lucha por sus derechos explota, nadie puede pararle los pies, por muchos amigos, enemigos, conocidos... Lo que sea, le da igual, te puede desmontar con dos palabras porque así ha crecido y aprendido.
Luego están los niños que luchan por su día a día, con lo justo luchando por un futuro mejor, defendiendo sus derechos sin importar el qué dirán.
El verdadero problema está cuando juntas a estos dos tipos de personas, mientras el que está acostumbrado a luchar sus derechos se calla la boca para no meterse en ningún lío, se va hinchando como un globo, cansado de la tontería del niño mimado, pero esto no dura mucho, ya que como cualquier globo, llega un punto que deja de hincharse y explota…
El día en que el chico que lucha por sus derechos explota, nadie puede pararle los pies, por muchos amigos, enemigos, conocidos... Lo que sea, le da igual, te puede desmontar con dos palabras porque así ha crecido y aprendido.
Todo esto genera una gran pelea
donde solo uno tiene razón que, sin faltar al respeto a pesar de que reciba
insultos, defiende hasta el final y es capaz de hacer lo que sea por ella; y os
preguntareis que gana con esto, ¡NO GANA NADA! Lo hace por un derecho común, un
beneficio que es general no único, algo que nadie consigue ver porque tienen
una mente cerrada y se convierten en sus enemigos. Si no fuera por ese chico
que siempre lucha, educarían esclavos robotizados que solo haría caso a lo que
les ordenen los que están arriba.
Solo queda por decir: “Si tienes
un sueño lucha por él, que nada ni nadie te diga que no puedes”.
Yo luche por mis sueños y los defendí en su momento, no sabes lo que se siente al alcanzar esa meta a la que te tanto esfuerzo y tanta constancia te costó llegar, esa satisfacción es un momento que te deja sin palabras y lleno de felicidad; así que cuando veas un día gris, recuerda tus sueñas, levanta la cabeza y dite a ti mismo “yo puedo, yo lo conseguiré”, de esta manera poco a poco conseguirás algo de fuerza para seguir luchando después de caer. Muchos son unos niños de Papa y
Mama, que han recibido todo lo que quieren y cuando quieren, sin importar lo
que cueste, de ahí a que estén acostumbrados a darle todo en un plato.
Yo luche por mis sueños y los defendí en su momento, no sabes lo que se siente al alcanzar esa meta a la que te tanto esfuerzo y tanta constancia te costó llegar, esa satisfacción es un momento que te deja sin palabras y lleno de felicidad; así que cuando veas un día gris, recuerda tus sueñas, levanta la cabeza y dite a ti mismo “yo puedo, yo lo conseguiré”, de esta manera poco a poco conseguirás algo de fuerza para seguir luchando después de caer.
Luego están los niños que luchan por su día a día, con lo justo luchando por un
futuro mejor, defendiendo sus derechos sin importar el qué dirán.
El verdadero problema está cuando juntas a estos dos tipos de personas, mientras el que está acostumbrado a luchar sus derechos se calla la boca para no meterse en ningún lío, se va hinchando como un globo, cansado de la tontería del niño mimado, pero esto no dura mucho, ya que como cualquier globo, llega un punto que deja de hincharse y explota…
El día en que el chico que lucha por sus derechos explota, nadie puede pararle los pies, por muchos amigos, enemigos, conocidos... Lo que sea, le da igual, te puede desmontar con dos palabras porque así ha crecido y aprendido.
El verdadero problema está cuando juntas a estos dos tipos de personas, mientras el que está acostumbrado a luchar sus derechos se calla la boca para no meterse en ningún lío, se va hinchando como un globo, cansado de la tontería del niño mimado, pero esto no dura mucho, ya que como cualquier globo, llega un punto que deja de hincharse y explota…
El día en que el chico que lucha por sus derechos explota, nadie puede pararle los pies, por muchos amigos, enemigos, conocidos... Lo que sea, le da igual, te puede desmontar con dos palabras porque así ha crecido y aprendido.
Todo esto genera una gran pelea
donde solo uno tiene razón que, sin faltar al respeto a pesar de que reciba
insultos, defiende hasta el final y es capaz de hacer lo que sea por ella; y os
preguntareis que gana con esto, ¡NO GANA NADA! Lo hace por un derecho común, un
beneficio que es general no único, algo que nadie consigue ver porque tienen
una mente cerrada y se convierten en sus enemigos. Si no fuera por ese chico
que siempre lucha, educarían esclavos robotizados que solo haría caso a lo que
les ordenen los que están arriba.
Solo queda por decir: “Si tienes
un sueño lucha por él, que nada ni nadie te diga que no puedes”.
Yo luche por mis sueños y los defendí en su momento, no sabes lo que se siente al alcanzar esa meta a la que te tanto esfuerzo y tanta constancia te costó llegar, esa satisfacción es un momento que te deja sin palabras y lleno de felicidad; así que cuando veas un día gris, recuerda tus sueñas, levanta la cabeza y dite a ti mismo “yo puedo, yo lo conseguiré”, de esta manera poco a poco conseguirás algo de fuerza para seguir luchando después de caer.
Yo luche por mis sueños y los defendí en su momento, no sabes lo que se siente al alcanzar esa meta a la que te tanto esfuerzo y tanta constancia te costó llegar, esa satisfacción es un momento que te deja sin palabras y lleno de felicidad; así que cuando veas un día gris, recuerda tus sueñas, levanta la cabeza y dite a ti mismo “yo puedo, yo lo conseguiré”, de esta manera poco a poco conseguirás algo de fuerza para seguir luchando después de caer.
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